Secretos para ahorrar en tu climatización del hogar según en invierno:
- Mantén persianas y cortinas abiertas por el día para deja entrar la luz y el calor solar. Y ciérralas por la noche para reducir las fugas de calor e intentar mantener tu casa lo más aislada posible.
- Instala un autoclimatador o programa la calefacción a una temperatura fija. De forma que cuando la casa alcance la temperatura determinada parará de seguir consumiendo energía. Una temperatura interior de 20-21 ºC es suficiente para obtener una sensación de confort. Por la noche puede reducirse hasta los 17 ºC o incluso desconectarla.
- No te olvides, en invierno hace frío y abrigarte. También es una forma de ahorrar energía, si pretendemos ir en manga de verano en pleno invierno eso elevará nuestras facturas de la luz.
- Cierra los radiadores en estancias que no estén ocupadas.
- Instala válvulas termostáticas en radiadores para regular la temperatura de cada estancia.
- Mantén los radiadores al descubierto. Si los cubres, necesitarán más energía para calentar la habitación.
- Ventila la casa todos los días; pero 10 minutos son suficientes para renovar el aire de la casa.
- Limpia los radiadores al menos una vez al año, la acumulación de polvo puede hacer que la resistencia del radiador necesite más energía para calentar.
- Coloca paneles reflectantes de calor tras los radiadores. Son unas láminas flexibles, con una fina capa de espuma aislante y una superficie metálica, habitualmente plateada para que el calor no se disperse y se concentre sobre el radiador.
- Instala calderas o sistemas de calefacción eficientes como pueden ser las calderas de condensación o las de baja temperatura. Las instalaciones de calefacción por suelo radiante con apoyo de paneles solares térmicos son un sistema eficiente y económico para la climatización de interiores.
- Cuidado con el uso abusivo de braseros y otros radiadores eléctricos que consumen mucha electricidad.
- Y si lo que realmente quieres es ahorrarte un dinero en tus facturas de la luz, entonces opta por la energía solar. La instalación de las placas supone una primera inversión económica. Pero realmente a la larga rentable tanto para el sistema de calefacción como para el agua caliente. Siempre puedes dejar instalado el sistema convencional de forma que puedas hacer uso de la energía eléctrica en los días menos soleados.